I |
La North Polar Practical Association lanza un
aviso a los habitantes de la Tierra |
II |
En el cual se presentan al lector los delegados inglés,
holandés, sueco, danés y ruso |
III |
En el que se adjudica el Polo Norte |
IV |
En el que reaparecen viejos conocidos de nuestros lectores |
V |
Ante todo, ¿se puede admitir que haya hulleras cerca del
Polo Norte? |
VI |
En el que es interrumpida una conversación telefónica
entre la señora Scorbitt y J. T. Maston |
VII |
En el que el presidente Barbicane dice lo que le conviene |
VIII |
¡Como en Jupiter!, ha dicho el presidente del Gun
Club |
IX |
En el que aparece un deus ex machina de origen
francés |
X |
En el que comienzan a manifestarse diversos motivos de
inquietud |
XI |
Lo que se encuentra y lo que no se encuentra en el cuaderno de J.
T. Maston |
XII |
En el que J. T . Maston continúa heroicamente callado |
XIII |
Al fin del cual J. T . Maston da una respuesta verdaderamente
épica |
XIV |
Muy corto, pero en el cual la X toma un valor
geográfico |
XV |
Que contiene algunos detalles verdaderamente interesantes para los
habitantes del esferoide terrestre |
XVI |
En que el coro de los descontentos va “crescendo” y
“rinforzando” |
XVII |
Lo que se había hecho en el Klimanjaro durante ocho meses de
este año memorable |
XVIII |
En que los habitantes del Wamasai esperan que el presidente
Barbicane grite “¡Fuego!” al capitán
Nicholl |
XIX |
En que J. T. Maston echa acaso de menos el tiempo en que las turbas
querían lincharlo |
XX |
Donde termina esta curiosa historia, tan verídica como
inverosimil |
XXI |
Muy corto, pero muy a propósito para tranquilizar a todos
sobre el porvenir del mundo |