Imagen que identifica al sitio Nombre del sitio Proponer un intercambio de vínculos
Línea divisoria
Página de inicio

Imagen de identificación de la sección


Selección de poemas
Traducido
© Ariel Pérez
16 de noviembre del 2003
Indicador A mi madre
Indicador Vacilación
Indicador Paráfrasis del salmo...
Indicador El vapor
Indicador La espera
Indicador El silencio en una...
Indicador La Luna
Indicador La muerte
Indicador El genio
Indicador Tempestad y calma
Indicador Oh, tú mi amor...
Indicador ¿Conocéis a mi...
Indicador Amo esos dulces...
Indicador La campana de la...
Indicador Cuando la dulce...
Indicador Cuando por el duro...
Indicador Sois joven y bella
Indicador A la morfina

¿Conocéis a mi andaluza?
julio de 1848

¿Conocéis a mi Andaluza?
Más bella que los más bellos días,
Loca amante, más loca esposa,
En sus amores, toda celosa,
¡Toda lasciva en sus amores!

¡Verdadero Dios! de esto que tengo en el alma
Como si tuviese el infierno sobre mis pasos
Porque una palabra de amor de mi dama
Ha sólo avivado esta llama,
¡Mi alma no se quejará!

Mi bella amante es bella,
¡Cuando se mira en mis ojos!
La estrella no brilla tanto como ella,
¡Y cuando su dulce voz me llama,
Creo que me llaman desde los Cielos!

Su fino y flexible tamaño
Ondula en tierno movimiento,
Y en ocasiones tan maravillosa mina,
Su cabeza que me fascina
¡Brilla como un diamante!

La bella criatura
Desata las corrientes ondulantes
De una bien negra cabellera
Que la cubrimos, les juro,
¡De besos todos impacientes!

Su ojo bajo su párpado
Lanza un voluptuoso rayo,
Que hace hervir en mi arteria
Todo aquello que Venus de Citera
¡En su seno aviva de fuego!

Sobre sus labios de rosa
La sonrisa de noche, de día
Brilla como una flor que nace
¡Y cuando sobre mi corazón se posa
Lo hace palpitar de amor!

Cuando ella me da
Su blanca mano para que la bese,
Que el Cielo se desancadene y truene,
Que me importa, Dios me perdone,
¡Él no puede así besarme!

Su boca bienamada
Se deja caer como una flor
Dulce aliento perfumado,
Y que su balsámico aliento
¡Le devolvería a las rosas su color!

Su profundo pensamiento
Viene a pintarse en su bella apariencia,
Y es que su alma es acariciada,
Como la dulce novia
¡Cuando el amante llega bien tarde en la noche!

¡Viva entonces el amor, los cantos, la embriaguez!
¡Es necesario disfrutar de la belleza!
¡Amiga! ¡oh te acaricio!
¡Que te dejo, oh mi señora,
Palpitante de placer!

¡Oh! ¡ven! ven toda vibrante,
Que importa que haga falta morir,
Si te veo expirando
Bajo mis besos, mi bella amante.
¡Si morimos de placer!

Línea divisoria

SubirSubir al tope de la página


© Viaje al centro del Verne desconocido. Sitio diseñado y mantenido por Ariel Pérez.
Compatible con Microsoft Internet Explorer y Netscape Navigator. Se ve mejor en 800 x 600.