Llegaba el adolescente Julio a los diecinueve
años de edad y como su padre había dispuesto desde su
nacimiento, el muchacho es enviado a la capital a estudiar Leyes. Es en
estos años cuando comienza a mostrar inclinación por la
literatura, e incluso escribe una pequeña tragedia en verso para
marionetas que dedica a su prima Caroline Tronson, de la cual ha estado
enamorado desde pequeño. Los continuos desaires de su prima
sumen al joven en profundas crisis de melancolía. Ese propio
año y guiada por intereses personales, ella contrae matrimonio y
este hecho marcará desde entonces una huella profunda en el
carácter de Verne. Escribe a finales del año un drama
histórico que titula Alejandro VI, el cual constituye su
primera obra teatral.
Al cumplir los veinte años, mientras estudia en
París, coincide con la Revolución de 1848. No obstante el
ambiente de agitación, Verne es apolítico y a lo largo de
su vida no tomará partido más que por cuestiones
puntuales indistintamente la ideología de su origen. Estaba
previsto que viviría con una tía, pero los nuevos
movimientos sociales la habían hecho huir de la ciudad. Por
tanto, Julio se muda a una pensión. En estos años todo el
dinero con que cuenta proviene de su padre, que sigue el principio de
que más dinero del imprescindible distrae de los estudios y en
sus cálculos no entran los libros, el teatro, ni las relaciones
sociales. No obstante, siguiendo un criterio que mantendrá
durante toda su vida, Julio decide que las necesidades del
espíritu son más importantes que las del cuerpo, y
escatima lo imprescindible para satisfacer esos gastos.
Se alimenta durante días a pan y leche y con el
dinero ahorrado compra libros. Para ahorrar algo más, se
traslada a una buhardilla compartida situada en 24 Rue de
l'Ancienne-Comédie, donde vive difícilmente y se
viste andrajosamente. Solo poseía un traje para asistir a las
veladas literarias. Sin embargo, a pesar de las dificultades, Verne
recordará siempre aquellos años como felices
Su tío Chateaubourg lo presenta en los
principales salones literarios de la sociedad parisiense. De esta
época Julio recuerda una anécdota que luego contó
muchas veces. La historia radica en que cierto día al salir del
salón literario de la señora de Barrère, tropieza
en la escalera con un voluminoso señor que sube resoplando. En
lugar de disculparse sostiene algunas atrevidas palabras con él
y luego de que el desconocido lo invita a su casa Julio descubre, al
mirar la tarjeta, que aquel hombre era Alejandro Dumas, autor de
éxito con novelas como El conde de Montecristo y Los
tres mosqueteros. Con él trabó inmediatamente una
relación de amistad y protección que le lleva a estar
presente en el palco de honor durante el estreno de la
adaptación teatral de Los tres mosqueteros. Escribe un
drama histórico que titula La conspiración de la
pólvora.
Al año siguiente, finalmente se gradúa
como abogado. El padre le conmina a volver a Nantes, pero él se
resiste, afirmándose en su decisión de hacerse un
profesional de las letras. Rápidamente Pierre, a quien las
veleidades exploratorias y literarias de su hijo le habían
parecido siempre ridículas, le suspende la ayuda
económica y es a partir de este momento que comienza a escribir
en abundancia, sobre todo ante la necesidad de comer y vestirse. Para
conseguir el dinero que le es necesario trabaja como secretario del
Teatro Lírico y esto le permite tener suficiente tiempo para
escribir pequeñas canciones, sainetes, operetas, piezas y
cuentos que en su mayoría eran convencionales e incoloras.
Indudablemente esto le roba el tiempo necesario para el estudio de esas
ciencias que tanto admira.
Es
por esta época cuando Verne, influenciado por las
increíbles cotas que alcanzaban por aquel entonces la ciencia y
la técnica, concibe el proyecto de crear la literatura de la
edad científica, vertiendo todos estos conocimientos en relatos
épicos, ensalzando el genio y la fortaleza del hombre en su
lucha por dominar y transformar la naturaleza. Sería un proyecto
novedoso y significaría algo nunca antes logrado: la Ciencia
dentro de la Literatura.
Sin apenas dinero para comer se atreve a comprar un
piano para preparar sus operetas. Se levanta a las cinco de la
mañana para trabajar durante cinco horas. Luego va a la
Biblioteca Nacional, donde estudia Química, Botánica,
Geología, Mineralogía, Geografía,
Oceanografía, Astronomía, Matemática,
Física, Mecánica y Balística. Luego su primo Henry
Garcet le enseña matemáticas y en el Círculo de
Prensa Científica habla con exploradores, viajeros, periodistas
y científicos.
Le parece un desperdicio el tiempo que dedica a su
empleo en el Teatro y cuando le ofrecen un ascenso lo rechaza. Tanto
trabajo le produce insomnio, dolores de cabeza y oídos, y acaba
produciéndole una parálisis facial que le deforma el
rostro y que se repetirá a lo largo de su vida cuando trabaje
demasiado.
Cansado de este ritmo de vida acepta la insistencia de
sus padres de celebrar una boda de conveniencia, pero en el
último momento se vuelve atrás y regresa a su vida
frenética.
Su comedia Las pajas rotas es publicada y
puesta en escena durante doce noches en el Teatro Histórico.
Luego entre los años 1852 y 1855 publica varios cuentos como
Un drama en México, Un
drama en los aires, Martin Paz, Maese Zacarias, Una invernada entre los hielos y obras de
teatro entre la que destaca Castillos en California, en
colaboración con Pitre Chevalier. Su opereta
Colin-Maillard, co-escrita con Michel Carré1 es versionada por
Hignard.
Llega el año 1856 y exactamente
el día 20 de mayo Julio se dirige hacia la ciudad de Amiens para
asistir a la boda de un amigo. Allí conoce a la joven viuda
Honorine de Viane, quien es madre de dos niñas. Después
de poco más de ocho meses de noviazgo, el 10 de enero del
siguiente año, se casa con Honorine y se muda a París.
Allí, conoce a su nuevo cuñado, que gana mucho dinero
como agente de bolsa y Julio cree que ésa es la solución
a sus problemas económicos. Necesita 50.000 francos para
asociarse con un agente, y después de largas y acaloradas
discusiones con su padre, éste cede al fin y le presta el
dinero.
Contra las predicciones de su padre a Julio no le va
mal en la Bolsa, aunque no presta suficiente atención para
amasar una gran fortuna. Su objetivo sigue siendo el mismo y le dedica
la mayoría de su tiempo en detrimento del descanso.
Además, en la Bolsa hay muchos escritores y periodistas que
forman en los pasillos tertulias literarias y en el desarrollo
económico que se decide allí, Verne estudia el desarrollo
del capitalismo y la civilización tecnológica.
En el año 1859 se le presenta la oportunidad de
hacer, a los treinta y un años de edad, su primer viaje fuera de
Francia, gracias a un pasaje que le regalan y con el cual visita
Escocia junto con Hignard. Inspirado en el viaje escribe Viaje con
rodeos a Inglaterra y Escocia. Dos años después, el 3
de agosto de 1861 nace su primer y único hijo, Michel y al
siguiente año visita Noruega y Dinamarca con Hignard.
Aunque Verne seguía produciendo obras de teatro
y cuentos es a mediados de este propio año, diez años
después de haber concebido la "novela de la ciencia",
cuando él se siente al fin preparado para empezar su labor y
escribe una historia titulada Un viaje en globo. Durante dos
días, en los que no duerme, visita a quince editores que
rechazan su obra. Era más que probable que sus ánimos
literarios hubiesen concluido de no haber tenido la gran suerte de
conocer al famoso editor Julio Hetzel. Éste hombre había
comenzado su carrera comercializando libros piadosos, aunque no
despreciaba la literatura y la historia. Apasionado por su
época, estaba siempre al corriente de las nuevas ideas y
acechaba los nuevos talentos. Poco a poco la casa Hetzel fue fichando
lo mejor de la literatura del siglo XIX; es por esto que hacia los
años 1850 era el editor clave del siglo, porque publicaba las
obras de Víctor Hugo y Michelet, entre otros. Hombre emprendedor
y escritor discreto, pensó en una revista de calidad, de
espíritu instructivo y recreativo a la vez, ilustrada, apta para
todas las edades y que completase la colección para la juventud
que había lanzado poco antes. Jean Macé se
encargaría de la parte educativa, Stahl de la parte literaria.
Faltaba un colaborador para la parte científica.
Verne acababa de casarse y se aburría manejando
acciones en la Bolsa. Su pasión era la Geografía, el
mundo de la ciencia, el mar, las expediciones a países lejanos y
desconocidos. A finales del año 1862 le enseñó a
Hetzel el manuscrito de una novela inspirada en las experiencias de
Nadar, que se proponía lanzar un globo llamado El gigante
convencido de que el aerostato iba a revolucionar los viajes. En la
novela el globo se llamaba Victoria y sobrevolaba gran parte de
Africa. Hetzel encontró la novela interesante pero mal
construida y de pésimo estilo. Entonces, le señaló
al joven autor los arreglos necesarios para que el manuscrito fuese
publicable.
1. Autor dramático francés (1829-1872). Compuso los
libretos de Mignon, Fausto, Romeo y Julieta